Podemos decir que en los albores de la humanidad, no existían maestros graduados ni nada que se le asemejé, sino aquellos que sobrevivían al quehacer diario, tenían la responsabilidad de enseñar como lo habían logrado, de esta manera trasmitían lo aprendido.
En tiempos más recientes como el Incanato, la educación estuvo dividida en niveles y no fue igual para todos, así podemos resaltar que para la élite, se impartía una educación más profunda, la cual era recibida en los "yachayhuasi" y los "acllahuasi". En este grupo estaban incluidos los varones hijos del Inca y de la nobleza, así como de los hijos de los curacas de los pueblos conquistados. Las mujeres recibían una educación diferente se les enseñaba el arte del tejido fino, religión, artes culinarias y normas sociales cortesanas, los hijos de la gente del pueblo eran aun más marginados y solo recibían la instrucción que pudieran darle los más viejos de la comunidad.
Durante la colonia, la educación fue manejada fundamentalmente por la Iglesia, a través de las órdenes religiosas, la instrucción se reducía a la enseñanza de la lectura, escritura, catecismo y matemática básica. Durante esta época la educación también fue elitista, los hijos de españoles eran los que recibían la mejor educación, los indios estaban limitados a recibir los conceptos eclesiásticos básicamente.
Es a comienzos de la era republicana, que se muestra interés por la educación pública, esto se hace patente a través de las diferentes Constituciones del Estado, las cuales en su mayoría decían algo así: “la instrucción es una necesidad común, y la república debe proporcionarla igualmente a todos sus individuos”. Es a partir de aquel momento, que sin darnos cuenta, y en el afán de proporcionar una educación sin distinción, como había sucedido en el pasado tanto en el Incanato como en la Colonia, se estandariza el sistema educativo del país. Esta interpretación equivocada motivó más desigualdad, y no tenía un sustento válido de acuerdo a la realidad geográfica, económica y política del país.
La educación del Perú, adolece de autenticidad y de una adecuación a la realidad. No es lo mismo vivir en las cómodas ciudades de la costa del país como Lima, Trujillo, Piura, Ica, etc., que vivir a 4,000 metros de altura sobre el nivel del mar como son Tisco-Arequipa, Palca-Puno, Acocro-Ayacucho, Acobambilla-Huancavelica, o en pueblos como Oncón–La Libertad, Cushi-Pasco, San Juan de Oro-Puno, no podemos dejar de mencionar a pueblos de nuestra selva de difícil acceso como Puerto Breu-Ucayali, Iberia-Puerto Maldonado, Muyuriaga-Loreto y estos son solo algunos ejemplos, de muchos que por su lejanía y falta de carreteras o ríos navegables están a varios días de camino de ciudades con los servicios mínimos.
Estas deficiencias latentes en lugares apartados, tanto en los servicios básicos, así como en los servicios educativos, agravada por la falta de profesores con el nivel adecuado, junto a una infraestructura insuficiente, ya que no se cuenta con aulas ni carpetas para todos los alumnos, menos se dispone de una biblioteca o laboratorio, donde puedan buscar información o practicar lo aprendido en sus cursos de física y química, todo esto no permite dar una adecuada educación.
Conociendo todo esto y sabiendo que no hay la menor posibilidad en el corto plazo de contar con los medios económicos para poder solucionar estas deficiencias, es que debemos pensar en soluciones, que se ajusten a nuestra realidad. Sabemos que es una responsabilidad del Estado impartir la enseñanza en forma gratuita, eso nadie lo duda, pero bajo el pretexto de la igualdad, lo único que se produce es desigualdad, ya que esos niños que reciben clases de geometría, física, trigonometría, química, lógica, no llegan a entender el porque de eso, como les sirve en su vida diaria.
Recordemos que son niños que al llegar a sus respectivas casas, no tienen una alimentación adecuada, ni los elementos más básicos que se pueda imaginar como agua potable, desagüé, energía eléctrica, etc. Ellos necesitan una educación más acorde con su realidad, impartirles conocimientos sobre ganadería y agricultura que son parte de su sustento y su vida diaria, esto sería mucho más productivo, sin embargo al insistir en la educación tradicional, lo único que se consigue es su frustración, al ver truncadas sus expectativas de aprender algo que le pueda ser útil dentro de su realidad y a un corto plazo.
La educación en las zonas alejadas del país debe estar orientada a conocimientos de mayor utilidad para esta gente, si después de recibir la instrucción básica (hasta 6to grado), como es aprender a leer, sumar, restar, dividir, etc, se enseñase, cosas como; la mejor manera de cultivar sus tierras (dependiendo de la zona del país), con un buen manejo de plagas, manejo de forrajes, cuidar y alimentar mejor a los animales con una adecuada crianza, tanto del ganado ovino, porcino, vacuno, caprino, equino y sin olvidar la crianza de aves, impartiendo esté tipo de educación podemos estar seguros que las actividades que realizan serían mucho más rentables.
También se les podría enseñar la correcta manera de construir molinos de viento, pozos artesanales, pozos sépticos, como aprovechar mejor la escasa agua que tienen, a través de sistemas de riego por goteo o riego tecnificado, como aprovechar la energía solar, la importancia de una dieta balanceada, utilizando los alimentos que producen, la importancia de la higiene para evitar enfermedades, etc. solo por poner algunos ejemplos, y todo esto a partir de 1ro de secundaria, ellos sentirían que están aprendiendo cosas que les sirven, lo valorarían más, les sería más útil.
Está educación diferente, no quiere decir que los consideremos menos, por el contrario, quiere decir que después de tantos años, nuestros hermanos del Perú profundo, por fin tendrían una verdadera educación, son ellos quienes en esta hora crucial sufren de hambre y enfermedades, por su ignorancia en la transformación y correcta utilización de sus propios recursos naturales.
Por lo analizado debería estudiarse la posibilidad de utilizar, la experiencia del estado en la aplicación de los Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (SERUMS), que establece que todo profesional de las ciencias de la salud médicos, odontólogos, obstetrices, enfermeras, asistentes sociales, nutricionistas y tecnólogos médicos que aspire a "ocupar cargos en entidades públicas, e ingresar a los programas de segunda especialización profesional y recibir del Estado beca u otra ayuda equivalente para estudios o perfeccionamiento", debe prestar servicios profesionales en establecimientos de salud rurales y urbano marginales durante un año.
La experiencia de los SERUMS, puede ser aplicada en forma similar con las siguientes profesiones, veterinaria, educación, agronomía, ingeniería en sus diferentes especialidades, todos estos futuros profesionales al igual que los profesionales de la salud, tienen la oportunidad de colaborar con el desarrollo de las zonas más olvidadas del Perú. Estos compatriotas necesitan del sacrificio de sus hermanos, los cuales deberían prestar servicios profesionales en establecimientos educativos rurales y urbano marginales durante un año.
Para las zonas más apartadas, se nombraría un profesional de cada una de las carreras mencionadas, los que tendrían la misión de enseñar en los centros educativos del nivel secundario. Esto junto con una nueva curricula, mucho más acorde con las necesidades de la población, permitiría a los profesionales trasmitir sus conocimientos, siendo el motor que los pueblos necesitan, para mejorar su calidad de vida, hay que recordar que la educación fue la base del progreso de toda nación desarrollada.
Los resultados obtenidos hasta la fecha, nos obligan a reflexionar y utilizar la inventiva, para buscar soluciones innovadoras que resuelvan los problemas que nos aquejan desde hace mucho tiempo.
“Esto nos lleva a reflexionar, que con el aporte de todos los peruanos podemos lograrlo y convertirnos en lo que siempre soñamos, un país desarrollado con menos pobreza y más justicia social”.
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